Fernando Alonso guarda una bala para Hamilton
Lewis Hamilton y Fernando Alonso. Dos viejos leones del motor. Uno se encuentra en plena pelea por convertirse en el primer piloto que alza ocho títulos mundiales. El otro observa esa posibilidad desde una distancia nostálgica, pero convencido de que, si Alpine logra alinear las piezas, aún puede tener una última oportunidad cuando la normativa sufra el esperado calambrazo de 2022. En el recuerdo, su año de convivencia en McLaren, aquel 2007 preñado de emoción y polémica que aprovechó Kimi Raikkonen para dejar con un palmo de narices a ambos.
«Siempre lo he dicho, ese año estuvimos muy mal asesorados los dos. Teníamos un coche muy competitivo. Ferrari también, pero no a la altura del nuestro», rememora Fernando Alonso, más conciliador que nunca a sus 40 años. «Tanto Hamilton como yo tenemos buenos recuerdos de aquel año y ojalá podamos pelear de nuevo por el título, ¿por qué no?», se pregunta, añadiendo que es «imposible» hacer un pronóstico en el actual mano a mano entre el inglés y Verstappen.
Sentado a su lado en la sala de prensa del circuito brasileño de Interlagos, Hamilton se limita a recordar 2007 como «un año más» dentro de su laureada carrera. «Los dos éramos muy jóvenes en aquella batalla que también tuvimos contra Ferrari, que era un equipo muy fuerte en aquel momento. No valoro uno por encima de otro, todos los años han sido duros a su manera», resume.
A falta de cuatro carreras para clausurar el presente Mundial, Hamilton tiene muy claro que no es el principal favorito, ya que Max Verstappen le aventaja en 19 puntos después de proclamarse vencedor en las dos últimas citas disputadas en México y Estados Unidos. Un nuevo triunfo del neerlandés en Brasil podría dar la puntilla al británico, todavía dueño de esa voracidad que un día le convirtió en el gran enemigo de Fernando Alonso.